Preparación
Batiremos la margarina con el azúcar granulado hasta que formen una crema esponjosa. Luego añadiremos todos los demás ingredientes (menos los de la de la cobertura: la media taza de azucar glass y tercio de taza de canela.) Mezclaremos todo bien con un tenedor.
Colocaremos un buen trozo de film plástico y echaremos un poquito de harina bien repartida que nos servirá para que la masa no se pegue. Echaremos encima la masa y la iremos extendiendo a la vez que la envolvemos con el plástico. En esta primera etapa la masa es bastante pegajosa y difícil de manejar, pero con la ayuda del plástico iremos formando un tubo alargado lo más redondo y uniforme que podamos.
Cerraremos bien el plástico para que no entre aire en la masa por ninguna parte (ya que la resecaría) y lo meteremos al frigorífico durante una hora. Transcurrido este tiempo la masa debería estar mucho más firme y se debería poder cortar con relativa facilidad, si no es así, hay que dejarla un poquito más en el frigorífico.
Quitaremos el plástico y cortaremos uno a uno los polvorones sacándolos del tubo de masa que hemos preparado. Los colocaremos en una bandeja para horno. Si se desea, se puede usar papel para hornear, de esta forma será mucho más fácil sacar los polvorones que ya estén hechos y meter los siguientes al horno sin tener que untar de grasa y harina la bandeja cada vez.
Hornear los polvorones a 150ºC durante 15 minutos. Al sacarlos del horno, hay que colocarlos en una rejilla y dejarlos enfriar unos 5 minutos. A continuación se preparará una bolsa pequeña de plástico en la que echaremos el azúcar glass y la canela en polvo para la cobertura. Pondremos los polvorones dentro de la bolsa, la cerraremos bien y, dejando espacio suficiente dentro para que los polvorones puedan moverse, iremos agitando con cuidado para que se cubran bien. Luego los colocaremos en un platito y estarán listos para servir.