Una rica y fácil receta vegana de croquetas de tofu y calabacín. No es necesario hacer bechamel, por lo que la elaboración se simplifica mucho comparadas con unas croquetas tradicionales.
Dificultad: fácil
Lavamos bien el calabacín, pues queremos aprovechar también la piel, llena de nutrientes. Rallamos el calabacín si es posible con distinto grosor, para que queden trocitos más pequeños y otros más grandes, lo que le dará una textura más sabrosa a nuestras croquetas. Lo vamos echando en un bol.
Rayamos también el tofu (o se puede desmenuzar bien con las manos) y lo echamos en el mismo recipiente.
Añadimos una cucharadita de comino molido y una pizca de sal. Mezclamos todo bien.
A continuación vamos echado pan rallado poco a poco, vamos amasando hasta que quede una masa con una consistencia suficientemente compacta con la que poder hacer las croquetas.
Hacemos las bolitas con la masa y las rebozamos en harina.
Vamos friendo las croquetas en abundante aceite. Debe estar bien caliente para que la masa no absorba el aceite. Cuando las croquetas de calabacín y tofu estén doradas por los dos lados las sacamos y las ponemos en un plato con papel absorbente para que escurra bien el exceso de aceite.
Dejamos enfriar un poco antes de servir. Buen provecho!
Las cantidades de los ingredientes dan para unas 15 croquetas.
Al no tener que hacer bechamel para esta receta, la elaboración de las croquetas se simplifica mucho comparada con las tradicionales.
Si no usamos todo el paquete de tofu, podemos conservarlo en la nevera unos días, sumergido en agua, que cambiaremos cada día.
La cantidad de pan rallado no aparece indicada, pues la humedad del tofu y el calabacín hace necesario ir añadiendo poco a poco hasta encontrar la textura adecuada.
Receta vegana enviada por Fer